lunes, 9 de noviembre de 2009

¿Será, Nicaragua, que te estás despertando?

Esto fue lo primero que pensé cuando, con la piel enchinada de la emoción, la semana pasada me detuvieron un grupo de jóvenes en el semáforo peatonal que está frente a la UCA.

¿Te estás despertando, o es que únicamente te desperezaste para darte vuelta y seguir durmiendo? Hoy me di cuenta que si, que te desperezaste, pero no para darte la vuelta, sino para tratar de levantarte. 

Y así te veo, girando sobre tu cadera, apoyando las manos -como para que te ayuden a darte vuelta- en la cama de desidia que tan cómodamente te ha abrigado, tratando de poner al fin los pies sobre el suelo firme, el suelo de la convicción, la moral, la libertad y la dignidad, que tanta falta te ha hecho. Hoy te vi, Nicaragua, te vi haciendo muecas mientras luchaste, mientras luchaste porque nunca más te veamos tirada en el suelo, bañada en nuestra sangre, la sangre de los que te queremos mi Nicaragüita. Ya no, ya no más, ya te cansaste, y de tu cansancio se me mojan los ojos… debo ser demasiado idealista. Vos ya no sos la víctima, ya no.
Esta ya no sos vos.
Ahora son ellos. Ahora son ellos las víctimas, víctimas de su propia enfermedad, de su propio ego y estupidez. Ahora Nicaragua lucha, ahora Nicaragua tiene quien la defienda, al fin sus hijos se levantan, al fin…


Las piedras no son suficiente para asustar a tus hijos

Ahora falta organizarse. Miren -o más bien lean mis escasos lectores-, está claro que ya se está encendiendo la mecha, se quiere encender, pero debemos cuidarla ahorita que está chiquita, no vaya a ser que alguna tontería que hagamos deja entrar una ráfaga de viento que la apague.

Creo sinceramente que hoy se equivocó la “oposición”, al menos los que fueron a darles un poquito de su propia medicina a los CPC. No necesitamos violencia directa… no por ahora, todo llega a su tiempo.

Necesitamos juntar gente, gente confiable y convencida. Tirar morteros contra morteros no convence a nadie, hay gente que desprecia la violencia y no los vamos a convencer de esta forma. Una vez convencidos, cuando estén dispuestos a marchar cívicamente por la causa, entonces si, entonces los distraemos con marchas donde haya miles de personas y les damos de su propia medicina, los hacemos aprender como se siente tener miedo. Pero eso es cuando la gente se levante.

Para mientras, trabajemos para juntar gente. En todos los municipios, en todos los departamentos y en toda Nicaragua. Organicemos pequeños grupos operativos que mantengan el dedo en la llaga, recordándole a nuestra gente que poco a poco les están robando su libertad, su dignidad, y que mantenga a los ciegos, puercos y borregos de los CPC, en desgaste constante, en una vigilancia perenne que los mantenga asustados. Mientras, otros se encargan de la lucha ideológica, menos activa pero más directa con el pueblo.

Esta es parte de mi propuesta. Y déjenme que sea un poco iluso, idealista, soñador o romántico, pero espero sinceramente que alguien igual de iluso, idealista, soñador y romántico que yo, deje un comentario en este post, y juntos -el (o ella), yo y todos los que podamos unirnos- luchemos para evitar otra dictadura que nos derrame más sangre de hermanos. 

Recuerden, Dictadura está escrito en sangre, y el que la quiera tiene que llenarse los dedos con ella. 


¡Viva Nicaragua libre!

jueves, 22 de octubre de 2009

La diferencia

Ayer vi la diferencia. Ayer vi por qué unos cuantos puercos ignorantes nos tienen encerrados en lo que hoy ya es una dictadura. La diferencia es que esos cerdos actúan, nosotros no.

La tarde de ayer estuve, momentáneamente, en un foro donde tres panelistas –dos concejales y un diputado- hablaron sobre lo funesto de lo acaecido en nuestro país y de las consecuencias inexorables si aceptamos los hechos mansamente. 

Luego, varias horas después cuando me disponía a dejar morir mi día, me detuve un segundo a ver televisión. Decidí que como hay que conocer como piensa el enemigo, vería el canal 4. Cuando lo sintonicé estaba el puerco asqueroso de William Grigsby Vado, perro lamebotas de primera, en su nuevo programa, “De Frente”, escupiendo un absurdo monólogo sobre lo democrático que siempre ha sido el FSLN. 

Lo miraba con la quijada desencajada, entumecido por lo cínico, sinvergüenza, descarado y convincente que puede ser un frentista bien amaestrado. Era como ver un rottweiler listo para morder pero jadeando con una sonrisita traicionera, era simplemente un epítome del frentista, de los que vociferan ante cualquier indicio de razonamiento. Y sin embargo, allí estaba. Frente a una cámara hablando bajito, tratando de convencer de su naturaleza calmada cuando a todas luces es un ser sin el menor atisbo de raciocinio… pero convencía, a cualquiera que no conozca la realidad, lo convencía, o al menos ponía en él una pequeña duda, esa pequeña duda que los nicaragüenses hoy en día no tenemos el lujo de permitirnos.

Entonces allí está la diferencia. Mientras los que pretenden hacer oposición hacen foros y “pajas”, los puercos que quieren dominar nuestro país están trabajando de la manera que se debe, llegándole al pueblo; al fin de cuentas el pueblo es el que manda. 

Necesitamos atacar las tres cosas que están impidiendo que nos bajemos a este remedo de dictador que se nos paró encima: quitar la duda sobre lo que el Frente es y no es, despertar esa llamita patriótica que todos llevamos en nuestras almas, y quitarle el miedo de actuar a la gente.

¿Qué propongo? Primero que nada, propongo que se me unan, propongo que nos juntemos a dar ideas, a crear estrategias, a actuar. Sin embargo, en términos generales esto es lo que yo propongo:

1. Elaborar un panfleto breve de la historia y las irregularidades en las que se ha visto envuelto el FSLN como tal.

2. Elaborar un panfleto breve de la historia y las irregularidades en las que se han visto envueltos los miembros principales del FSLN (habría que hacer una buena investigación biográfica de dichos personajes).

3. Repartir panfletos en lugares públicos (supermercados, centros comerciales, centros nocturnos, etc.).

Hasta aquí podría funcionar para quitar la duda sobre lo que el Frente realmente es; una asociación de puercos delincuentes. Luego tenemos que buscar los fósforos que enciendan esa llamita patriótica de la que hablaba, para lo que se me ocurre algo como esto:

4. Elaborar documentos ideológicos breves, donde se enaltezcan los valores patrióticos, la patria, y la necesidad de defenderla ante las ofensas que sufre.

5. Elaborar panfletos donde se dejen ver claramente las funestas consecuencias, tanto a corto como a mediano y largo plazo, de la dictadura que se vislumbra.

6. Elaborar documentos donde se puede ver claramente el retroceso que hemos tenido como país en estos casi tres años, y las todavía más funestas proyecciones.

7. Una vez más, repartir toda esta documentación en lugares públicos.

8. Si se pudiera recoger suficiente dinero –y algún canal de televisión estuviera dispuesto-, podríamos pasar spots publicitarios con mensajes ideológicos diseñados para despertar al pueblo nicaragüense del letargo en el que está sumido.

Finalmente, es necesario demostrar que si podemos actuar, si podemos enfrentarnos sin miedo a esta dictadura, para lo cual serían necesarias algunas acciones tale como:

9. Para empezar, lo que se publicó hoy en http://www.laprensa.com.ni/archivo/2009/octubre/22/noticias/ultimahora/356071.shtml.

10. En general, pequeñas manifestaciones que se puedan disolver rápidamente para que los participantes no salgan lastimados (siempre está el riesgo, pero si se dispersa rápido no tiene que pasar nada). 

En cuanto al punto 10, allí es donde necesitamos la ayuda de jóvenes valientes, entusiastas y patriotas, que estén dispuestos a dar ideas y a actuar.

Estas son tan sólo algunas acciones que se me ocurren, pero ellas se resumen, de manera sencilla, en: informar, tocar la fibra patriótica y, por medio de acciones concretas, demostrar que no hay que tener miedo, que más bien ellos son los que nos tienen que tener miedo a nosotros, al pueblo.

¡Viva Nicaragua libre!

miércoles, 21 de octubre de 2009

¡Despertá Nicaragua!

Hace ya más de nueve meses que no escribo. Caí en la misma trampa que critiqué con tanta pasión... de repente decepcionado por falta de lectores, de repente ofuscado por los problemas de diario. Sin embargo, regresé. 

¿Por qué? Pues es bastante sencillo, porque de nuevo me tocaron la fibra patriota, de nuevo manosearon mi dignidad de nicaragüense, de nuevo me hicieron tener –por un segundo- ese horrible sentimiento de vergüenza de ser nica… y no me gustó, y no quiero volver a tenerlo.

Hoy estoy una vez más sentado frente a un monitor, dándole duro al teclado para ver si puede entender lo que siento para que después él se los pueda explicar, porque yo –la verdad- es que ya no puedo. Ya no puedo expresar el repudio, la cólera, el aborrecimiento, la rabia, el odio, la ira, la aversión y el asco que me producen los puercos que hoy nos gobiernan.

¡DESPIERTEN POR FAVOR! Despierten de una vez. Dense cuenta de que nos están pisoteando, están jugando con nosotros, nos están robando, nos están quitando nuestro país, están tratando de robarnos ese último pedacito de dignidad que nos queda, dejándonos casi sin alma, pues si permitimos que esto pase vamos a ser simplemente esclavos de un régimen de asesinos, ladrones y violadores. 

Pronto voy a cumplir un año de estar pegando gritos mudos en blogspot, un año de estar aguantando a la pacotilla que nos gobierna, y nada ha mejorado, y más bien todo ha empeorado, creo que sí, creo que ya es hora.

Unámonos, luchemos con ideologías, con acciones, con inteligencia, y, si es necesario, con violencia, porque la patria nos llama, nos llaman nuestros hijos, nuestros nietos que quieren vivir libres, e irónicamente, déjenme que me despida con una frase que –aunque bien manoseada por los puercos del FSLN- es a lo que todos debemos aspirar, a poder un día gritar libremente en las calles de Nicaragua:

¡Viva Nicaragua libre!

viernes, 2 de enero de 2009

Del pueblo para Ortega: la canillera.

Mi último post fue hace ya largo rato, sin embargo, aquí seguimos, en lo mismo, pero peor. Cada día el mamarracho depravado que pretende asirse al poder a través de morteros, odio, miedo, represión y estupidez, nos regala razones de sobra para que lo bajemos de la silla que Alemán le entregó mansamente.

Podría pasar horas y horas, escribir post tras post sobre las tropelías y disparates del Presidente Ortega (suena demasiado altivo para semejante imbécil ignorante) hasta que Jesucristo volviera a nacer en su cunita de cerámica llena de luces y adornos, y aún así tendría material para seguir escribiendo hasta la venida del Niño Dios en el 2010, así que eso no es lo que pretendo, principalmente por dos razones: uno, semejante idiota no vale ni siquiera el insulto; dos, muchos han puesto ya en evidencia lo desequilibrado y perturbado de su personalidad, añadiéndole a esto su falta de capacidad para realizar cualquier tarea que incluya el uso de las facultades relacionadas a las tareas racionales más fundamentales, en otras palabras, el personaje que nos manda ni siquiera puede hacer una suma de cuatro dígitos en los cuales los últimos dos son ceros, es decir, mi vecinito de 11 años usa mejor su cerebro que nuestro presidente. Bueno, la verdad es que eso es bastante evidente, y por eso es que no pretendo redundar en ello.

Hoy escribo con la esperanza de que mucha gente me lea, mi sitemeter me dice que si ha venido gente a leerme, pero la verdad es que si pretendo lograr un cambio no tengo que perder la esperanza de que más y más personas se me unan, y no sólo como lectores, sino como participantes de un grupo de gente que busque como heredar a sus hijos un país donde haya esperanzas de salir adelante, donde las leyes no se hagan en beneficio de algunos o que la justicia no sea como nuestra primera dama, que no sea una puta.


Esta foto es del 5 ó 6 de mayo (no recuerdo bien) del 2008. Como bien se aprecia, fuimos decenas de miles de personas los que asistimos a esa marcha, yo sinceramente pensé que era el inicio de algo grande, sin embargo, al igual que los demás movimientos, no pasó de una asoleadita que nos pegamos todos los que fuimos.

Recuerdo que uno de esos días por la mañana, ví el programa -que luego fuera censurado por la represión orteguista- de Jorge Arellano. Ese día tenían como invitado a un personaje cuyas cualidades tanto intelectuales como morales lo hacen casi único dentro de un país con una cultura que nos enseña que la ética, la valentía y la verdad no valen nada. En fin, este personaje se llama Moisés Hassan.

Dentro de las muchas cosas que dijo, una viene al caso. Recuerdo que hablaban de la marcha que estaba programada o para ese día o para el siguiente, y que dijo algo como “me gustaría ver como le tiemblan las canillas a Daniel si llegaran 50 mil personas frente a su casa”. Lo gracioso es que casi se le cumple. Hubo gente en la marcha gritando que fuéramos donde Daniel, hubo gente que quería ir, pero la ruta estaba trazada. ¿Se imaginan toda esa gente en las fotos frente al Carmen? ¿Se imaginan las “canillas” de ese miserable intento de persona temblando frente al pueblo, frente al verdadero pueblo trabajador que mantiene nuestro país y no a los vándalos inútiles que sólo provocan daños y pérdidas?


Regalémosle esa canillera al degenerado ese. Caminemos pacíficamente hasta la puerta de la casa que se robó, para exigirle la renuncia antes de que destruya nuestro país. Unámonos esas mismas 10 mil o 20 mil personas que posaron en estas fotos y demostrémosle que el pueblo no lo quiere, que sus morteros y palos no pueden contra la voluntad, la valentía, la justicia y el amor a la patria. 

Y cuando el estruendo de los morteros anuncie la lluvia de piedras y fuego que caerá sobre nosotros, pues corremos, no por miedo, no porque no podamos “reventar” a unos pobres malcomidos pandilleritos CPC, no por eso, sino para seguir en la lucha pacífica, para regresar a otra marcha, para pelear otro día, para distribuir material subversivo, para crear nuevas ideas y estrategias que nos permitan seguir minando poco a poco los débiles pilares sobre los que pretende Ortega cimentar su dictadura, para demostrar tanto dentro como fuera del país la clase de delincuentes, asesinos, violadores, locos y degenerados son los que hoy nos mandan, pero, sobre todo, para mantener viva la llama de la cual nuestro país depende.  

Quisiera estar al frente, quisiera cumplirle el deseo a don Moisés, lo invitaría a estar a mi lado frente a la casa de ese puerco y les aseguro que él -a sus 66 años- estaría allí. Y usted, sabiendo que podría recibir pedradas y garrotazos, que lo van a tratar de asustar con morteros, que van a impresionar con miles de trabajadores de las instituciones públicas que ni siquiera quieren estar allí, ¿me acompañaría? ¿O sería tan grande su miedo que preferiría obligar a su hijo a morir de hambre en su país, o morir en el intento de largarse de él? ¿Sería tanto su terror que escogería condenar a sus hijos a vidas miserables donde no existe la superación personal, donde no existen metas ni sueños, donde la única esperanza con la que se levante por la mañana sea la de llegar temprano a la fila del arroz? ¿Sería tanto el pavor de caminar por las calles de su país a mi lado que preferiría ver a su descendencia frustrada entre represiones, retórica que no le llena el estómago y la ilusión de escaparse de su país… aunque sea en balsa?

Yo, sinceramente, no pretendo sentarme cómodamente mientras mi país se cae a pedazos bajo el influjo de un cerdo, ignorante, bruto y degenerado. No, yo no, si usted piensa como yo, siente la rabia que yo siento, busca la libertad que yo busco, avíseme, y seremos dos los que vamos a caminar sin miedo con una banderita en la mano, una banderita que más que representar la patria en que vivimos, en ese momento va a representar la esperanza de tener una.