lunes, 9 de noviembre de 2009

¿Será, Nicaragua, que te estás despertando?

Esto fue lo primero que pensé cuando, con la piel enchinada de la emoción, la semana pasada me detuvieron un grupo de jóvenes en el semáforo peatonal que está frente a la UCA.

¿Te estás despertando, o es que únicamente te desperezaste para darte vuelta y seguir durmiendo? Hoy me di cuenta que si, que te desperezaste, pero no para darte la vuelta, sino para tratar de levantarte. 

Y así te veo, girando sobre tu cadera, apoyando las manos -como para que te ayuden a darte vuelta- en la cama de desidia que tan cómodamente te ha abrigado, tratando de poner al fin los pies sobre el suelo firme, el suelo de la convicción, la moral, la libertad y la dignidad, que tanta falta te ha hecho. Hoy te vi, Nicaragua, te vi haciendo muecas mientras luchaste, mientras luchaste porque nunca más te veamos tirada en el suelo, bañada en nuestra sangre, la sangre de los que te queremos mi Nicaragüita. Ya no, ya no más, ya te cansaste, y de tu cansancio se me mojan los ojos… debo ser demasiado idealista. Vos ya no sos la víctima, ya no.
Esta ya no sos vos.
Ahora son ellos. Ahora son ellos las víctimas, víctimas de su propia enfermedad, de su propio ego y estupidez. Ahora Nicaragua lucha, ahora Nicaragua tiene quien la defienda, al fin sus hijos se levantan, al fin…


Las piedras no son suficiente para asustar a tus hijos

Ahora falta organizarse. Miren -o más bien lean mis escasos lectores-, está claro que ya se está encendiendo la mecha, se quiere encender, pero debemos cuidarla ahorita que está chiquita, no vaya a ser que alguna tontería que hagamos deja entrar una ráfaga de viento que la apague.

Creo sinceramente que hoy se equivocó la “oposición”, al menos los que fueron a darles un poquito de su propia medicina a los CPC. No necesitamos violencia directa… no por ahora, todo llega a su tiempo.

Necesitamos juntar gente, gente confiable y convencida. Tirar morteros contra morteros no convence a nadie, hay gente que desprecia la violencia y no los vamos a convencer de esta forma. Una vez convencidos, cuando estén dispuestos a marchar cívicamente por la causa, entonces si, entonces los distraemos con marchas donde haya miles de personas y les damos de su propia medicina, los hacemos aprender como se siente tener miedo. Pero eso es cuando la gente se levante.

Para mientras, trabajemos para juntar gente. En todos los municipios, en todos los departamentos y en toda Nicaragua. Organicemos pequeños grupos operativos que mantengan el dedo en la llaga, recordándole a nuestra gente que poco a poco les están robando su libertad, su dignidad, y que mantenga a los ciegos, puercos y borregos de los CPC, en desgaste constante, en una vigilancia perenne que los mantenga asustados. Mientras, otros se encargan de la lucha ideológica, menos activa pero más directa con el pueblo.

Esta es parte de mi propuesta. Y déjenme que sea un poco iluso, idealista, soñador o romántico, pero espero sinceramente que alguien igual de iluso, idealista, soñador y romántico que yo, deje un comentario en este post, y juntos -el (o ella), yo y todos los que podamos unirnos- luchemos para evitar otra dictadura que nos derrame más sangre de hermanos. 

Recuerden, Dictadura está escrito en sangre, y el que la quiera tiene que llenarse los dedos con ella. 


¡Viva Nicaragua libre!

jueves, 22 de octubre de 2009

La diferencia

Ayer vi la diferencia. Ayer vi por qué unos cuantos puercos ignorantes nos tienen encerrados en lo que hoy ya es una dictadura. La diferencia es que esos cerdos actúan, nosotros no.

La tarde de ayer estuve, momentáneamente, en un foro donde tres panelistas –dos concejales y un diputado- hablaron sobre lo funesto de lo acaecido en nuestro país y de las consecuencias inexorables si aceptamos los hechos mansamente. 

Luego, varias horas después cuando me disponía a dejar morir mi día, me detuve un segundo a ver televisión. Decidí que como hay que conocer como piensa el enemigo, vería el canal 4. Cuando lo sintonicé estaba el puerco asqueroso de William Grigsby Vado, perro lamebotas de primera, en su nuevo programa, “De Frente”, escupiendo un absurdo monólogo sobre lo democrático que siempre ha sido el FSLN. 

Lo miraba con la quijada desencajada, entumecido por lo cínico, sinvergüenza, descarado y convincente que puede ser un frentista bien amaestrado. Era como ver un rottweiler listo para morder pero jadeando con una sonrisita traicionera, era simplemente un epítome del frentista, de los que vociferan ante cualquier indicio de razonamiento. Y sin embargo, allí estaba. Frente a una cámara hablando bajito, tratando de convencer de su naturaleza calmada cuando a todas luces es un ser sin el menor atisbo de raciocinio… pero convencía, a cualquiera que no conozca la realidad, lo convencía, o al menos ponía en él una pequeña duda, esa pequeña duda que los nicaragüenses hoy en día no tenemos el lujo de permitirnos.

Entonces allí está la diferencia. Mientras los que pretenden hacer oposición hacen foros y “pajas”, los puercos que quieren dominar nuestro país están trabajando de la manera que se debe, llegándole al pueblo; al fin de cuentas el pueblo es el que manda. 

Necesitamos atacar las tres cosas que están impidiendo que nos bajemos a este remedo de dictador que se nos paró encima: quitar la duda sobre lo que el Frente es y no es, despertar esa llamita patriótica que todos llevamos en nuestras almas, y quitarle el miedo de actuar a la gente.

¿Qué propongo? Primero que nada, propongo que se me unan, propongo que nos juntemos a dar ideas, a crear estrategias, a actuar. Sin embargo, en términos generales esto es lo que yo propongo:

1. Elaborar un panfleto breve de la historia y las irregularidades en las que se ha visto envuelto el FSLN como tal.

2. Elaborar un panfleto breve de la historia y las irregularidades en las que se han visto envueltos los miembros principales del FSLN (habría que hacer una buena investigación biográfica de dichos personajes).

3. Repartir panfletos en lugares públicos (supermercados, centros comerciales, centros nocturnos, etc.).

Hasta aquí podría funcionar para quitar la duda sobre lo que el Frente realmente es; una asociación de puercos delincuentes. Luego tenemos que buscar los fósforos que enciendan esa llamita patriótica de la que hablaba, para lo que se me ocurre algo como esto:

4. Elaborar documentos ideológicos breves, donde se enaltezcan los valores patrióticos, la patria, y la necesidad de defenderla ante las ofensas que sufre.

5. Elaborar panfletos donde se dejen ver claramente las funestas consecuencias, tanto a corto como a mediano y largo plazo, de la dictadura que se vislumbra.

6. Elaborar documentos donde se puede ver claramente el retroceso que hemos tenido como país en estos casi tres años, y las todavía más funestas proyecciones.

7. Una vez más, repartir toda esta documentación en lugares públicos.

8. Si se pudiera recoger suficiente dinero –y algún canal de televisión estuviera dispuesto-, podríamos pasar spots publicitarios con mensajes ideológicos diseñados para despertar al pueblo nicaragüense del letargo en el que está sumido.

Finalmente, es necesario demostrar que si podemos actuar, si podemos enfrentarnos sin miedo a esta dictadura, para lo cual serían necesarias algunas acciones tale como:

9. Para empezar, lo que se publicó hoy en http://www.laprensa.com.ni/archivo/2009/octubre/22/noticias/ultimahora/356071.shtml.

10. En general, pequeñas manifestaciones que se puedan disolver rápidamente para que los participantes no salgan lastimados (siempre está el riesgo, pero si se dispersa rápido no tiene que pasar nada). 

En cuanto al punto 10, allí es donde necesitamos la ayuda de jóvenes valientes, entusiastas y patriotas, que estén dispuestos a dar ideas y a actuar.

Estas son tan sólo algunas acciones que se me ocurren, pero ellas se resumen, de manera sencilla, en: informar, tocar la fibra patriótica y, por medio de acciones concretas, demostrar que no hay que tener miedo, que más bien ellos son los que nos tienen que tener miedo a nosotros, al pueblo.

¡Viva Nicaragua libre!

miércoles, 21 de octubre de 2009

¡Despertá Nicaragua!

Hace ya más de nueve meses que no escribo. Caí en la misma trampa que critiqué con tanta pasión... de repente decepcionado por falta de lectores, de repente ofuscado por los problemas de diario. Sin embargo, regresé. 

¿Por qué? Pues es bastante sencillo, porque de nuevo me tocaron la fibra patriota, de nuevo manosearon mi dignidad de nicaragüense, de nuevo me hicieron tener –por un segundo- ese horrible sentimiento de vergüenza de ser nica… y no me gustó, y no quiero volver a tenerlo.

Hoy estoy una vez más sentado frente a un monitor, dándole duro al teclado para ver si puede entender lo que siento para que después él se los pueda explicar, porque yo –la verdad- es que ya no puedo. Ya no puedo expresar el repudio, la cólera, el aborrecimiento, la rabia, el odio, la ira, la aversión y el asco que me producen los puercos que hoy nos gobiernan.

¡DESPIERTEN POR FAVOR! Despierten de una vez. Dense cuenta de que nos están pisoteando, están jugando con nosotros, nos están robando, nos están quitando nuestro país, están tratando de robarnos ese último pedacito de dignidad que nos queda, dejándonos casi sin alma, pues si permitimos que esto pase vamos a ser simplemente esclavos de un régimen de asesinos, ladrones y violadores. 

Pronto voy a cumplir un año de estar pegando gritos mudos en blogspot, un año de estar aguantando a la pacotilla que nos gobierna, y nada ha mejorado, y más bien todo ha empeorado, creo que sí, creo que ya es hora.

Unámonos, luchemos con ideologías, con acciones, con inteligencia, y, si es necesario, con violencia, porque la patria nos llama, nos llaman nuestros hijos, nuestros nietos que quieren vivir libres, e irónicamente, déjenme que me despida con una frase que –aunque bien manoseada por los puercos del FSLN- es a lo que todos debemos aspirar, a poder un día gritar libremente en las calles de Nicaragua:

¡Viva Nicaragua libre!

viernes, 2 de enero de 2009

Del pueblo para Ortega: la canillera.

Mi último post fue hace ya largo rato, sin embargo, aquí seguimos, en lo mismo, pero peor. Cada día el mamarracho depravado que pretende asirse al poder a través de morteros, odio, miedo, represión y estupidez, nos regala razones de sobra para que lo bajemos de la silla que Alemán le entregó mansamente.

Podría pasar horas y horas, escribir post tras post sobre las tropelías y disparates del Presidente Ortega (suena demasiado altivo para semejante imbécil ignorante) hasta que Jesucristo volviera a nacer en su cunita de cerámica llena de luces y adornos, y aún así tendría material para seguir escribiendo hasta la venida del Niño Dios en el 2010, así que eso no es lo que pretendo, principalmente por dos razones: uno, semejante idiota no vale ni siquiera el insulto; dos, muchos han puesto ya en evidencia lo desequilibrado y perturbado de su personalidad, añadiéndole a esto su falta de capacidad para realizar cualquier tarea que incluya el uso de las facultades relacionadas a las tareas racionales más fundamentales, en otras palabras, el personaje que nos manda ni siquiera puede hacer una suma de cuatro dígitos en los cuales los últimos dos son ceros, es decir, mi vecinito de 11 años usa mejor su cerebro que nuestro presidente. Bueno, la verdad es que eso es bastante evidente, y por eso es que no pretendo redundar en ello.

Hoy escribo con la esperanza de que mucha gente me lea, mi sitemeter me dice que si ha venido gente a leerme, pero la verdad es que si pretendo lograr un cambio no tengo que perder la esperanza de que más y más personas se me unan, y no sólo como lectores, sino como participantes de un grupo de gente que busque como heredar a sus hijos un país donde haya esperanzas de salir adelante, donde las leyes no se hagan en beneficio de algunos o que la justicia no sea como nuestra primera dama, que no sea una puta.


Esta foto es del 5 ó 6 de mayo (no recuerdo bien) del 2008. Como bien se aprecia, fuimos decenas de miles de personas los que asistimos a esa marcha, yo sinceramente pensé que era el inicio de algo grande, sin embargo, al igual que los demás movimientos, no pasó de una asoleadita que nos pegamos todos los que fuimos.

Recuerdo que uno de esos días por la mañana, ví el programa -que luego fuera censurado por la represión orteguista- de Jorge Arellano. Ese día tenían como invitado a un personaje cuyas cualidades tanto intelectuales como morales lo hacen casi único dentro de un país con una cultura que nos enseña que la ética, la valentía y la verdad no valen nada. En fin, este personaje se llama Moisés Hassan.

Dentro de las muchas cosas que dijo, una viene al caso. Recuerdo que hablaban de la marcha que estaba programada o para ese día o para el siguiente, y que dijo algo como “me gustaría ver como le tiemblan las canillas a Daniel si llegaran 50 mil personas frente a su casa”. Lo gracioso es que casi se le cumple. Hubo gente en la marcha gritando que fuéramos donde Daniel, hubo gente que quería ir, pero la ruta estaba trazada. ¿Se imaginan toda esa gente en las fotos frente al Carmen? ¿Se imaginan las “canillas” de ese miserable intento de persona temblando frente al pueblo, frente al verdadero pueblo trabajador que mantiene nuestro país y no a los vándalos inútiles que sólo provocan daños y pérdidas?


Regalémosle esa canillera al degenerado ese. Caminemos pacíficamente hasta la puerta de la casa que se robó, para exigirle la renuncia antes de que destruya nuestro país. Unámonos esas mismas 10 mil o 20 mil personas que posaron en estas fotos y demostrémosle que el pueblo no lo quiere, que sus morteros y palos no pueden contra la voluntad, la valentía, la justicia y el amor a la patria. 

Y cuando el estruendo de los morteros anuncie la lluvia de piedras y fuego que caerá sobre nosotros, pues corremos, no por miedo, no porque no podamos “reventar” a unos pobres malcomidos pandilleritos CPC, no por eso, sino para seguir en la lucha pacífica, para regresar a otra marcha, para pelear otro día, para distribuir material subversivo, para crear nuevas ideas y estrategias que nos permitan seguir minando poco a poco los débiles pilares sobre los que pretende Ortega cimentar su dictadura, para demostrar tanto dentro como fuera del país la clase de delincuentes, asesinos, violadores, locos y degenerados son los que hoy nos mandan, pero, sobre todo, para mantener viva la llama de la cual nuestro país depende.  

Quisiera estar al frente, quisiera cumplirle el deseo a don Moisés, lo invitaría a estar a mi lado frente a la casa de ese puerco y les aseguro que él -a sus 66 años- estaría allí. Y usted, sabiendo que podría recibir pedradas y garrotazos, que lo van a tratar de asustar con morteros, que van a impresionar con miles de trabajadores de las instituciones públicas que ni siquiera quieren estar allí, ¿me acompañaría? ¿O sería tan grande su miedo que preferiría obligar a su hijo a morir de hambre en su país, o morir en el intento de largarse de él? ¿Sería tanto su terror que escogería condenar a sus hijos a vidas miserables donde no existe la superación personal, donde no existen metas ni sueños, donde la única esperanza con la que se levante por la mañana sea la de llegar temprano a la fila del arroz? ¿Sería tanto el pavor de caminar por las calles de su país a mi lado que preferiría ver a su descendencia frustrada entre represiones, retórica que no le llena el estómago y la ilusión de escaparse de su país… aunque sea en balsa?

Yo, sinceramente, no pretendo sentarme cómodamente mientras mi país se cae a pedazos bajo el influjo de un cerdo, ignorante, bruto y degenerado. No, yo no, si usted piensa como yo, siente la rabia que yo siento, busca la libertad que yo busco, avíseme, y seremos dos los que vamos a caminar sin miedo con una banderita en la mano, una banderita que más que representar la patria en que vivimos, en ese momento va a representar la esperanza de tener una.



jueves, 4 de diciembre de 2008

De protestas, fallos y olvidos.

Voy a seguir tratando de componer mi país desde el teclado. Espero sinceramente que los pocos –o muy pocos, para ser realista- que leen este blog, encuentren algo de inspiración para levantarse en ayuda de este país, este pobre paisito que se tambalea como un acróbata inexperto sobre la cuerda floja de la libertad, de la justicia y la moral, una soga que el gordo asqueroso desde allá por El Crucero y el pervertido desde El Carmen, pretenden cortar. Espero que usted, ustedes, nosotros, Nicaragua entera –o al menos esas 2,975,154 personas que no quieren que los mande una pareja de depravados-, seamos quienes sostengan esa cuerda para que nuestro abusado terruño no se caiga en el abismo de una dictadura familiar. 

Y aunque se nos desgarren las manos para sostener esa cuerda, espero que usted esté allí. Espero que no se me raje y esté allí. Aunque seamos sólo los dos, pero allí vamos a estar. Sin embargo, la idea no es que estemos sólo los dos. Necesitamos a esas 2,975,154 personas para que mantener la cuerda agarrada sea más fácil.

Ahora bien, mi propuesta. Aunque mencioné que no soy un pacifista ni mucho menos, la verdad es una: Lo que se obtiene con violencia, solamente se puede mantener con violencia (Mahatma Gandhi). Hay cientos de ejemplos de ello. Aquí mismo, en nuestro país, todas las dictaduras han tenido que mantenerse apoyándose en su brazo armado, ya fuera este La Guardia Nacional o el Ejército Popular Sandinista, lo cierto es que cuando el poder se obtiene por la fuerza, sólo se puede mantener flotando sobre la sangre de su pueblo.

En nuestro país ha habido una serie de protestas que se podría calificar de “Resistencia Pacífica” o “No Violencia Activa”, como le quieren llamar esos que a todo pretenden cambiarle el nombre a todo a su antojo. 

Unos se amarraron a un rótulo. Otros cantaron a la luz de las velas. Otros marcharon al Canal 4. Otros fueron al Princess (frente a ese hotel, más bien). Estos son algunos ejemplos de Resistencia Pacífica. Estas son acciones directas de la Resistencia Pacífica. Sin embargo, el proceso organizativo y la perspectiva de estas medidas son las que han fallado.

Me voy a referir al proceso organizativo, para lo cual vamos a tomar un par de ejemplos: Grupo No y Movimiento Puente (no sé si son Grupos o Movimientos, mis disculpas si me equivoco). Antes de realizar una acción existen ciertas cosas que deben hacerse, por ejemplo, el análisis de la situación existente, es decir, deben estar claros del problema y ubicarlo en el contexto. Como yo no pertenezco a ninguno de los movimientos no sé si realmente lo hicieron, si así fue, pues bien por ellos. 

Luego habría que definir un objetivo, definir qué se pretender lograr. En los casos que menciono, la verdad es que yo no estoy muy claro que se trataba de lograr, el mensaje debe ser más claro que una camiseta diciendo como queremos nuestro país, además, una sola acción nunca va a cambiar nada. Haga click aquí para descargar un escrito donde se reseñan de forma más clara todos los procesos organizativos de este tipo de acciones.

Si bien existen otros fallos en cuanto a la organización, este sería el principal puesto que lograron transmitir un mensaje concreto a la gente que los observó, y por lo tanto, aunque fue un muy buen intento, terminaron fallando (a menos que pretendieran ser golpeados por CPCs para dejar claro lo salvajes que son, en ese caso si lograron hacer llegar el mensaje). Cuando me refiero a la perspectiva de estas medidas adoptadas me refiero fundamentalmente a dos cosas: primero, tal como mencioné antes, una medida debe ir enfocada a un objetivo, debe ser representativa. En ese sentido el Movimiento Puente al encadenarse a un rótulo de Daniel pagado con el sudor del pueblo, si cumplió con su cometido, si bien pudo ser más explícito o intentar tocar más la sensibilidad del pueblo tomando otras medidas, como pintar de rojo las columnas que mantienen erguidos a los rótulos, o pintarse ellos mismos de rojo para demostrar que esa publicidad se monta sobre la sangre de Nicaragua (yo no tengo demasiada imaginación, pero si todos nos uniéramos seguro hallaríamos formas más creativas y emotivas para manifestar nuestra indignación).

En segundo lugar está la definición de las medidas que se tomarán ante la situación que resulte de la acción no violenta. En este punto radica todo el asunto. A los miembros de los movimientos que mencioné los golpearon, a las marchas las apedrearon, morterearon. Al plantón frente al Princess lo sitiaron. ¿Qué pasó después? Todos se fueron, todos nos fuimos, todo se olvidó dos días después de que los medios lo publicaran. 

No podemos dejar que estas acciones de algunos grupos pasen desapercibidas. Todas las personas que participaron en estas acciones son héroes, los del Grupo No son Héroes: los malmataron y no respondieron haciendo gala de gran civismo, igual el Movimiento Puente, igual todos aquellos que arriesgaron su vida (y no es exageración, basta ver las fotos de los animales del FSLN armados de machetes, cuchillos, piedras y morteros) para llegar al Princess. No podemos dejar que esto se olvide.

Se pueden tomar acciones. Se puede elaborar un reporte y distribuirlo en los semáforos, los supermercados, las pulperías, los centros comerciales, en fin, donde haya gente. Reportes donde se planteen nuevas acciones, donde se planteen acciones constantes para liberar a nuestro país,  donde no dejemos apagar la llamita para que el pueblo de Nicaragua trabaje de forma activa pero pacífica para descarrilar el tren de odio, mentira, opresión y corrupción en el que Daniel montó a Nicaragua. Como les digo, necesitamos unirnos todos, buscar formas creativas para combatir esta dictadura, formas donde no se tenga que derramar sangre.

[El objetivo de este post es el de demostrar en que se falló durante las protestas, para que no se desestime el poder de la resistencia pacífica, pues ella ha liberado ya a muchos sectores e incluso naciones, sólo hay que aplicarla de la forma correcta, y para eso necesito tu ayuda, necesitamos la ayuda de toda la Nicaragua que ama la libertad, la justicia y la moral, y que sobre todo ama la libertad de los justos, no la de los sumisos, la de los que bajan la cabeza por miedo]


martes, 2 de diciembre de 2008

Somos más, aprovechémoslo.

Creo que hoy amanecí más suave. Con la llamita casi extinta. Pero vamos a hacerle ¨güevo¨, como decimos en este nuestro paisito, tal vez estas palabras que se van escribiendo más por ganas de existir que por tener algo que decir, hagan las veces de un chorro de gasolina sobre una fogata casi muerta.

En fin, mi desilusión, desencanto, decepción o como jodidos decida llamarlo, es simple. Llevo días recogiendo información de aquí y de allá, hablando con personas de distintos niveles sociales, yendo a la marcha-plantón, leyendo –incluso- los periódicos oficiales del gobierno, dialogando con gente danielista a muerte, todo en un intento inútil de buscar algo con lo cual pudiera soplar el carbón por tercera vez, pero, ¿saben qué? Todo ha sido inútil. La verdad es que la mayoría –la inmensa mayoría, me atrevería a decir- están claros que hubo un fraude colosal, y no hablo solamente de la gente que no votó en la 2, hablo de todos, hablo de danielistas extremos que me dijeron que “si hombre, hubo fraude, pero está bueno, así tenía que ser”, de otros enfermos orteguistas que dicen que “no hubo fraude, esos no fueron los resultados pero lo que hubo fue un arreglo” 

Todos ellos están claros que eso no es lo que el pueblo decidió, eso no es lo que el pueblo decidió, eso no es lo que el pueblo quiere, y el pueblo debería ser el que manda, no un gordo pendejo que vive de mi trabajo, se bebe el güaro que yo le compro, se atraganta con la comida que yo le proveo, se revuelca con las mujeres que yo le pago (porque no creo que ninguna mujer se atrevería a tocarlo ni con el palo de una escoba si no es por dinero). Si, yo le doy todo eso y más, yo, el pueblo, vos, el pueblo, nosotros, el pueblo, los que somos más.

Parece que se está empezando a derramar la gasolina. Si se fijan bien en el párrafo anterior escribí “pueblo” como mil veces, y no es porque disfrute de los efectos cacofónicos de repetir esa palabra tantas veces. Es para convencerlos que el pueblo somos todos, que el pueblo de Nicaragua no quiere a Ortega. 

Según en Consejo Supremo Electoral existen 3,863,837 personas mayores de 16 años en Nicaragua (estas cifras por supuesto que están infladas con todos los muertos, niños menores de 16 años, extranjeros y personas inexistentes que votaron el FSLN). Según una encuesta de M y R (la misma que pronosticó que Ortega ganaría en el 2006 con 35 % ± el error de la encuesta) que se llevó a cabo entre el 3 y 9 de mayo de este año indicaba que solamente el 23 % de la población mayor de 16 años apoya la gestión de este enaltecido ignorante. Según una encuesta de CID GALLUP Latinoamérica (quien también pronosticó el triunfo de este parásito -que tenemos pegados todos nosotros- con cerca del 35 % ± el error) realizada en julio del 2008, el porcentaje de apoyo al gobierno es del 18%. Según la empresa mexicana Consulta Mitofsky, que realizó un estudio internacional para medir la popularidad de todos los presidentes a nivel latinoamericano, el apoyo de la gestión a Ortega es del 21%.

¿Qué significan todas estas estadísticas? Que tomando en cuenta los números del Padrón Electoral burdamente inflados como la barriga de Roberto Rivas, y la popularidad más elevada de las tres encuestas presentadas anteriormente tendríamos que el FSLN cuenta, en todo el país, con 888,683 personas, por lo tanto, en la acera de los pensantes estamos 2,975,154 personas.

Y entonces, ¿qué significan todas estas estadísticas? Que somos más, que somos mejores y que podemos cambiar el rumbo funesto de este país. 

Hace poco cuando estaba en la marcha-plantón frente al Hotel Princess donde fuimos asediados por las turbas asesinas -propias del asesino y torturador Lenín Cerna- armadas de machetes, cuchillos, morteros, piedras y garrotes y todos ellos vestidos con camisetas que evocaban el amor, la unidad y la reconciliación (seguramente venían a saludarlos y abrazarnos, a darnos la paz, como se diría en la iglesia), pensé: “su madre, que se venga estos hijueputas, por lo menos me hecho al pico un par de CPCs”. Si podemos “echarnos al pico” un par de CPCs, ni siquiera sería tan difícil, no crean que porque andan con machetes cuchillos significa que siquiera saben usarlos, para muestra tenemos el caso del periodista al cual cobardemente atacaron con cuchillos y machetes estos elementos de reconciliación y no resultó con más que una pequeña herida en el abdomen. Pero ese no es el punto, nadie quiere que lo hieran. Entonces, ¿qué hacemos?

Como les seguía diciendo, yo estaba en esa marcha, con la sangre hirviendo, queriendo llenarme de la sangre de al menos un CPC aunque costara la mía, pero gracias mi hermana (que en realidad yo no quería que fuera) que me dijo que si me quedaba ella también se quedaría, me vi obligado a irme, me fui renegando de la cobardía de nuestro pueblo, de cómo no había sido capaz de llegar más gente, de porque no nos atrevíamos a agarrar nosotros mismos garrotes, palos, morteros o pistolas y sacar a todos esos que pretenden adueñarse de nuestro país. Pensé todo eso y mucho más, mientras caminaba alejándome de todo el relajo que armaban los asesinos sedientos de sangre de Lenín, iba casi llorando de rabia por no contar con esas 2,975,154 personas que queremos que se vaya el ignorante que ha secuestrado al país. 

Luego me di cuenta de la realidad. La sangre de un CPC no vale la mía, no vale la suya, no vale nada. Aunque suene un poco rudo o grosero, es la verdad. ¿Vale acaso la sangre de un hombre inteligente, útil para el país, la sangre de un parásito vividor que espera únicamente que el Gobierno le de sus 200 pesos al días sin trabajar? ¿Vale acaso la sangre de una ama de casa que se esfuerza para mantener su hogar, su familia, la sangre de estos inútiles que no hacen más que agitar una bandera y estirar la mano? Yo digo NO. No valen nada. Y valen mucho menos si con eso contribuyen a regalarle el país a una pareja que va a dejar a toda Nicaragua con hambre, a sus propios hijos sin comida.

Entonces, ¿qué hacemos? Esa es la pregunta. Eso es lo que he pensado. Ya no creo que la violencia sea la mejor opción, quiero ver crecer a mi hijo, y si bien estoy dispuesto a derramar mi sangre para que dentro de 20, 30 o 40 años no tenga que derramarla él, pues la verdad es que lo quiero ver crecer, quiero que él me veo crecer a medida que se hace viejo. Es verdad, somos más de 3 a 1, y si todo el pueblo se levantara, ellos no podrían hacer mucho, eso es verdad, sin embargo siempre habrían muertos, heridos y gente que terminaría sufriendo por sus padres, sus hijos, su tíos, sus abuelos…qué sé yo. No queremos ni necesitamos eso.

Entonces, ¿qué hacemos? Sencillo pero complicado. Existe una forma de lucha utilizada a partir de 1918 por un gran hombre: Mahatma Gandhi. Yo no soy pacifista, no me creo un neo-hippie que piensa que todos somos iguales y que a partir de eso se debería derivar la paz y el amor en el mundo. Creo que la violencia es el lenguaje del ignorante, y, por ser su lenguaje, solo eso entienden y por ello hay que hablarles así. Creo que, en el caso de estos estúpidos que están en el Gobierno y los imbéciles que los siguen, si te pegan con un garrote no tenés que poner la otra mejilla, tenés que buscarte un garrote más grande para darles.

Pero la verdad es que en este caso ya no queremos eso, y, como somos más, resulta más fácil llevar a cabo una resistencia pacífica como Gandhi planteaba. Para ello todo el pueblo debe estar activo, debemos levantarnos ya del letargo, sacudirnos el aturdimiento de la rutina y buscar un país mejor. En mi próximo post (que voy a tratar de que sea mañana o pasado) voy a tratar de explicar las opciones de la resistencia pacífica, para mientras solo necesitamos convencernos que ya es hora que componer este país, el momento es hoy, no mañana, hoy, hoy que es más fácil, hoy que somos más.


lunes, 17 de noviembre de 2008

Soplando el carbón 2

Antes de empezar a leer este post por favor lean nuevamente los últimos párrafos del anterior. Los entre-comillados. Léanlos despacio, suave y lentamente, como queriendo hacerle el amor a cada palabra para que les descubra lo que quiere decir. Y es que yo pretendo que ustedes –los pocos que lean estas palabras- despierten del criminal letargo que ha permitido que pase lo que está pasando.

Claro, todos disfrutamos de la seguridad de la rutina, de la tranquilidad de saber que mientras no salgamos del camino que nos han trazado los asquerosos gobernantes que nos hemos impuesto por comodidad –en especial esta pareja de puercos degenerados que ostentan como trofeo el poder-, nada nos va a pasar. Hoy pretendo decirles que están equivocados. Si seguimos sentados cómodamente en nuestros sofás, obviando los noticieros, o viéndolos, enojándonos y olvidando luego lo que pasó, o discutiendo lo mal que está el país en una mesa de tragos para dejar, luego, las palabras escondidas tras una goma de garabato que los paraliza. Si, pues les cuento que si seguimos así pronto vamos a tener gente tomándose nuestras calles -alegando que ellos son el pueblo y las calles son del pueblo, de ellos pues-, viviendo de nuestro salario y nuestro sudor, de nuestra sangre y nuestra mansedumbre.

Pronto vamos a tener venganzas contra aquellos que se atrevan a hablar, venganzas materializadas por las instituciones estatales, las encargadas de repartir la justicia imparcial, la justicia ciega. Vamos a tener un sistema viciado, un grupo de 92 inútiles que se aprovecharán de nosotros, un árbitro electoral que dará más asco que la arrojada de un bolo (y seguramente así de hediondo), una justicia en venta, una simple puta de Daniel que hasta lo exculpará de sus aberraciones, de la violaciones que sólo un enfermo mental podría concebir, y un presidente… que decir del presidente que tendríamos, de ese intento de dictador cuya retórica se venció hace ya más de 20 años, que seguirá promulgando el odio entre clases, el odio entre compatriotas, un pobre idiota que piensa que podrá mantener su feudo con petróleo prestado(que pagamos todos nosotros), un inútil, un degenerado, un ignorante, un violador. Ah! ¿Y de nuestra primera dama? Pues nos terminaría gobernando una primera dama cuyos propios disparates sexuales y ninfomanía le permitirían ser testigo de la violación de su hija.
¿Es ese el panorama que quiere para nuestro país? ¿Le suena bonito tener a un perro asesino como Lenín Cerna detrás del poder? ¿Vamos a aceptar que 4 gatos escudados con camisetas de amor, reconciliación y consejos ciudadanos nos repartan odio, garrote y autoritarismo?

Lo siento pero todo esto ya nos lo montaron… ahora toca bajárselo.

Entonces les digo, es necesario abandonar nuestra silla, el sofá o el colchón, es hora de levantarnos todos, recuerden que “somos más y jalamos más parejo” (ahí me disculpan esto de citar a la “cultura light” pero en definitiva pese a ser light viene muy bien al caso.

Hay quienes no quieren que hablemos, pero, ¿vamos a dejar que logren callarnos? Nosotros, los que tenemos la razón de nuestro lado, ¿vamos a dejar que pisoteen nuestros derechos, nuestra libertad, nuestra dignidad? Sabemos que hay algo terriblemente malo en este país, sabemos que la receta diaria es autoritarismo, intolerancia, injusticia y un poquito mas de autoritarismo. La pregunta es, ¿hasta cuando? ¿Hasta cuando vamos a permitir que esto siga pasando?

Cuando termine de leer esto camine hacia el espejo (aunque le parezca paja, hágalo, sólo va a perder unos 30 segundos). Véase a los ojos y acepte que usted es el culpable de todo lo que está pasando ahorita, usted, no sé si por miedo, apatía o pereza, ha permitido que esto pase. Mírese a los ojos y convénzase que ya está cansado de ver lo mal que se maneja este país a través del odio, la ignorancia, la estupidez y el miedo. Por que hay que estar claro que la herramienta principal que este inservible gobierno pretende usar es el miedo, sino -póngase a pensar un segundo-, ¿por qué cree usted que en estas elecciones municipales los grupos de represión de la chayo salieron a celebrar antes incluso que se cerraran las urnas (al menos en teoría, si bien sabemos que en la práctica sabemos que se cerraron al botar el último CPC)? Sencillo, para llenar los corazones de los amantes de la libertad y la justicia (y de algunos otros que no lo son tanto pero que estaban en contra de Daniel y su monito cocainómano) de aprensión y miedo, para asustar a la facción del pueblo que conoce que aquel que vive por El Carmen no es más que un sucio, casi analfabeta, neófito tirano que acepta la voluntad de la bruja de su esposa para que le consienta sus pedófilas tropelías, y que nunca va a aceptar que su gordo barbudo, hediondo y asqueroso nos diga que un pinche drogadicto activo es el alcalde de Managua, o que algún otro inútil ocupará el puesto para el cual el pueblo ya escogió.

Y es que el pueblo no debería tenerle miedo a su gobierno, el gobierno debería tenerle miedo a su pueblo. Dígase esto viéndose a los ojos, yo lo voy a hacer, yo también soy culpable… y voy caminando al espejo.